La batalla final

Era el día que millones de humanos, orcos, renegados, gnomos, enanos, tauren, draenei, elfos de sangre, elfos de la noche y trols llevaban años esperando. El día del asedio a la ciudadela de Corona de Hielo. El día de llevar a Arthas ante la justicia de las miles de almas muertas que clamaban venganza. Era ese día.

En el campamento de la Cruzada Argenta Lord Tirion Fordring asía con fuerza la empuñadura de Crematoria y su semblante cargado de seriedad apuntaba en una única dirección...la cima de la ciudadela. Los hombres a su alrededor se congregaban, ajustaban sus arneses y revisaban cada pieza de su armadura, concienciándose de la prueba que estaban a punto de afrontar. Pero no había temor entre todas las emociones que quizás estaban teniendo lugar. La luz estaba con ellos, los pueblos libres de todo Azeroth estaban con ellos, la justicia estaba con ellos. No había lugar para el miedo.

No lejos de allí, menores en número pero igualmente preparados y con la misma intensa determinación, los caballeros de la Espada de Ébano formaban tras su señor Darion Mograine. El antaño más fiel servidor de Arthas recordaba los acontecimientos vividos en la capilla de la luz hace un año. Recordaba las palabras de su padre "hoy no es ese día". Y se decía a si mismo lo mismo una y otra vez "Hoy ha llegado el día del que me hablaste padre, hoy si es ese día, hoy devolveré el honor que yo mismo hice perder a nuestra familia".

https://www.youtube.com/watch?v=e_oyXSSFAL0&NR=1

Momentos después ambos líderes se reunían frente a la puerta de la fortaleza oscura del señor de la muerte. Quizás por sus mentes pasó el recuerdo de lo que había acontecido en la puerta de cólera. Pero esta vez no habría traiciones, esta vez ni siquiera la rivalidad entre la Alianza y la Horda se interpondría, no dejaba lugar para las enemistades el propósito común de cada ser vivo del mundo.

https://www.youtube.com/watch?v=8C-HZ0jyvAc

El ejército entero estaba dispuesto, tras ellos habían dejado a muchos amigos muertos, multitud de camaradas, de compañeros, de seres amados que habían dado su vida para alcanzar aquella meta. No flaquearían ahora.

Los cuernos de la Cruzada se unieron a los de la Espada y así el sol y el filo se fusionaron en uno solo, como un arma de imparable poder que aniquilaría aquel mal del mundo. Así había hecho ya a las hordas no muertas del rey Exánime, así haría ahora una vez más.

Unidos, caballeros de la muerte, paladines y sacerdotes avanzaron al unísono, siguiendo a sus señores. Pronto la marcha se convirtió en una carga demoledora...magos oscuros del culto de los malditos les rociaron con una lluvia de hechizos malévolos, pero con cada compañero caído los ánimos y las ansias de venganza aumentaban. Pronto los asaltantes llegaron a las posiciones de los defensores y la piedad no apareció. Con la justa ira de la sangre inocente derramada, los atacantes no dejaron enemigo con vida. Ala tras ala de la ciudadela iba cayendo por su embate. Tirion y la Crematoria ardían como una antorcha de pureza que iluminaba hasta la más profunda oscuridad, purgando cada resquicio de maldad. Mograine avanzaba con sus caballeros, aniquilando de una forma metódica y total hasta el más insignificante de los necrófagos.

Los gigantes de carne se desmoronaban, las vermis de escarcha gemían en terribles aullidos antes de desplomarse y quedar sus huesos sin ningún tipo de vida desperdigados por el suelo. Nada podía detener aquello y Arthas comenzaba a sentir la presión, sentado en su trono era consciente de que pronto llegaría la hora del enfrentamiento final cuando ya ninguna de sus creaciones podría luchar por él.

Los príncipes vampíricos habían sido los últimos en caer. Ahora el rey Exánime se hallaba de pie, frente a la entrada que daba a la sala de su malévolo trono de muerte y corrupción. Tirion y Darion, ambos manchados con sangre oscura, con sus armaduras arañadas y con sus armas en alto, entraron en la sala. Si en Arthas ardía un fuego impuro, azul como el frío glacial de la misma muerte, en Tirion ardía el de la mismísima luz y en Darion el de la venganza.

No hubo ninguna palabra. No era necesario...




Bueno, os preguntaréis a que viene esto, pues los que hayáis tenido tiempo y paciencia para leerlo ante todo gracias por molestaros, en segundo lugar quiero que sepáis que es esto lo que nos aguarda, pero solo si nosotros decidimos que así sea. Podemos ser parte de ese ejército que buscaba justicia, venganza o simplemenet gloria arrasando corona de hielo o podemos quedarnos mirando como meros espectadores a ver que es lo que pasa. Yo personalmente llevaré gustoso el tabardo de nuestar hermandad, de lo que significa ser miembro del Cónclave y lucharé contra el objetivo que ha sido parte de todos desde que empezamos a jugar a esto (al menos de la mayoría) y aunque tenga que morir trescientas veintisietemil veces para conseguirlo, lo haré, porque quiero ver a Arthas morder el suelo.

Ahora los que estéis a favor decidlo, los que no pues...creo que el pvp es bastante interesante.

¡Por el Cónclave!

PD: Los vídeos, bueno, perdonad que estén en inglés, pero es que las voces son bastante mejores y el priemro tiene una música de fondo que motiva a cualquiera

que mamon... tu como siempre sabes llegar al corazoncito eh? jejeje

Lo del primero video con la cancion... en fin, aun tengo los pelos de punta... increible, INCREIBLE!!!

en fin, espero que en este caso tu puedas ser el tirion de la guild y guiarla en el camino correcto y hacia el fin deseado, ver al mamon de arthas siendo estiercol en la tierra.... asi que.... TODAY, IS THE DAY! FOR THE HORDE! FOR THE UMBRIO'S CONCLAVE!

LOK TAR OGAR!

Gracias bro, que sepas que te echamos mucho de menos, un servidor se acuerda bastante a menudo de tí.

Gracias tio, la verdad yo tb a ti en particular y de todos en general tb me acuerdo mucho.... Pero bueno, todos los dias entro en el foro a ver como os van las cosas... asi que genteeeee usad mas el foro o no me enterooooooooo jajajajaja.